Cuando el FC Barcelona buscaba conseguir la docena de triunfos de manera consecutiva apareció el Basilea de Suiza para detener la racha positiva del cuadro catalán. Con el empate (1-1) los dirigidos por Josep Guardiola se convirtieron en el primer equipo del Gurpo C en avanzar a los octavos de final de la UEFA Champions League después que el Sporting de Portugal venciera (1-0) al Shaktar Donetsk de Ucrania.El récord de 18 partidos ganados al hilo que consiguió Frank Rijkaard en el 2005-2006 seguirá invicto, sin embargo, el Barça está demostrando que las rachas de ese tipo se pueden vencer y que el futbol espectáculo no está peleado del todo con el resultadismo.
Rafa Márquez jugó todo el partido, el capitán del Tricolor es cada vez más constante en la cabeza de Pep Guardiola, sin embargo, un solo hierro suyo junto a Carles Puyol no pudo evitar la igualada.
El estratega blaugrana quiso arrancar sin Messi ni Xavi Hernández y eso le pasó factura durante todo el primer tiempo. Los suizos no apretaron mucho pero supieron contener los ataques de Bojan Krkic y sobre todo de Thierry Henry quien arrancó jugando en como centro delantero ante la ausencia de Samuel Eto´o.
El intento de Pep de seguir sorprendiendo al darle descanso al brasileño Dani Alves no sirvió de mucho ya que Carles Puyol no pudo darle esa explosión en ataque a la parte derecha del campo. Por el otro lado, Sylvinho supo generar ocasiones pero siempre lejos de asustar en serio al portero Franco Constanzo.
Partido frío que solo pudo ser calentado con la incursión de los dos mejores hombres que tiene en este momento el Barça. Pep se dejó de inventos y al minuto 60 sacó a los jovencitos canteranos Víctor Sánchez y Bojan Krkic. En su lugar aparecieron Leo Messi y Xavi para generar verdadero peligro.
El astro argentino necesitó de tan solo dos minutos puso de pie al graderío. Increíble, solo necesitó un par de jugadas. La primera fue fuera de juego y la segunda una pared perfecta con Henry, un obstáculo en la humanidad de un defensor suizo, presa fácil para Leo y gol. Bendita la “Messi-dependencia”.
El Basilea apretó al final y parecía no ser suficiente. El planteamiento defensivo liderado por el central mexicano Rafael Márquez superaba con creses la misión de mantener lejos de su arco el peligro de gol pero al minuto 82 apareció otro delantero jovencito. El suizo Eren Derdiyok (20 años) aprovechó un despiste entre Puyol y Rafa que culminó con la pelota besando las redes de la cabaña de Víctor Valdés.
Al final poco que reprochar a este Barcelona y mucho que aplaudir a los suizos que llegaron una ves y fueron incluso más efectivos que sus propios relojes y se llevaron un merecido punto, el único por cierto, de los 12 que han disputado.
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