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Por
azares del destino, tuve la fortuna de conocer la época moderna del Estadio
General Ángel Flores casa del Club Tomateros de Culiacán, primero como
aficionado, y después como profesional de los Medios de Comunicación. Cuando
era un enano de unos 12 años me encantaba ir a ver el beisbol a los bleachers
para ver las atrapadas de Darrell Sherman. En el ESTADIO GENERAL ÁNGEL FLORES
(con mayúsculas como se merece) encontré mi primer trabajo. Durante dos
temporadas (2003-2004 y 2004-2005) fui camarógrafo de Tercera y Primera Base
para la pantalla gigante del memorable inmueble en el corazón de la capital
sinaloense.
Pocas
cosas me llenan tanto de orgullo como el poder decir que un día atrapé a mano
limpia un roletazo ardiente que iba directo a mi cámara en la tercera base, por lo que fui
aplaudido por el honorable después que en la misma pantalla gigante se mostró
de todos los ángulos posibles mi “histórica hazaña”. Me sentía el mismísimo
Vinicio Castilla y el gran Óscar Romero al mismo tiempo, aunque debo admitir
que son Darrell Sherman y Benjamín Gil mis dos primeros ídolos y modelos de
deportistas profesionales. También fue en esta -la que siento que fue y sigue
siendo mi casa- donde escribí mi primera artículo como una prueba para ingresar al
Periódico El Debate de Culiacán. En una hoja de una libreta de apuntes escribí
el título: “LES DA DE COMER CON LA MANO” y se trataba de un partidazo que había
tenido el pitcher mexicano Ángel Moreno, un lanzador único e histórico de la
LMP, nada menos que el lanzador zurdo con más triunfos en la historia de la Liga.
Fue en
el ESTADIO GENERAL ÁNGEL FLORES donde aprendí a utilizar la cámara de video.
Tratar de mantener el “finder” en una pelota de 9 pulgadas no es cosa fácil,
pero gracias a ese reto que tenía en cada lanzamiento hoy puedo decir que soy
un experto detrás de la cámara. También fue un espacio muy importante para mi desarrollo como
Periodista Deportivo. Constantemente acudía a través de los años a generar
noticias de Tomateros. Entrevistas con Sherman, Benji Gil, Joakim Soria, Pakin
Estrada, Fernando Valenzuela, Matías Carrillo, Vinicio Castilla, Óliver Pérez
–quien por cierto una vez me lanzó en un partido de Liga Infantil en Culiacán- por nombrar
a algunas de las grandes figuras del beisbol mexicano con las que pude realizar
mi labor profesional.
Ahora
no puedo evitar la nostalgia. El día Lunes 26 de Enero de 2015 se juega el
último partido en la historia del Estadio y lo primero que se me viene a la
mente son las miles de manos que aplauden a su equipo. La afición de Tomateros
de Culiacán es única en el beisbol. Yo diría que la mejor de México. Pocos
estadios en el país ofrecen lo que se tiene desde siempre en el Ángel Flores.
Podría compararlo con la afición de los Tigres de la Universidad Autónoma de
Nuevo León, con todo y que el “Volcán” le dobla la capacidad al estadio
Culichi.
Recuerdo -como si lo estuviera escuchando ahora mismo- a la mítica voz oficial del Estadio, mi
amigo Jorge Niebla el “Caifán” nombrando a cada pelotero, sobre todo a
“Da-Da-Da-Daaaarreeelll Shermaaaan!! Y al Capitán de la Nave Guinda:
BENJAMIIIIIIIIIIIIN GIIIIL!!!!”. Son cosas que nunca se olvidarán.
Y las
cosas que tiene el destino guardadas para todos, incluso para los gigantes de concreto. El
último partido en la historia del Estadio es nada menos que la Final de la
Temporada 2014-2015. Los Tomateros podrían coronarse este mismo día si logran
vencer a los Charros de Jalisco, curiosamente debutantes en la Liga, y le
corresponde al equipo de Culiacán el tratar de evitar que sean otros quienes
escriban la historia y así quedarnos los culichis con este libro de campeones.
Por algo se le llama el Rey de Los Deportes!
No
bastarán mil páginas de un libro para contar lo que se vivió en el Ángel
Flores. Desde su inauguración en 1948 –incluso siendo campeón en su primera
temporada- ha visto coronarse en 13 ocasiones a un equipo Culichi. Con 4
títulos para los Tacuarineros en la vieja Liga de La Costa (48-49, 49-50, 50-51
y 51-52), y 9 campeonatos de los Tomateros (66-67, 69-70, 77-78, 82-83, 84-85,
95-96, 96-97, 01-02 y 03-04), situados en el segundo lugar histórico de
campeonatos, solo debajo de los Naranjeros de Hermosillo (16), aunque eso es
solo una cuestión de tiempo.
Será en
el mes de Febrero de este 2015 cuando se derrumbe el inmueble para ver crecer a
un nuevo Estadio. El Estadio Tomateros. Bien se dice que cuando algo
evoluciona, evoluciona todo a su alrededor. El nuevo estadio podría ser sede de
eventos de talla internacional. No solo la Serie del Caribe 2017 la cual ya
está pactada para jugarse en Culiacán, para repetir lo que se hizo en la Ciudad
en 2001, sino que también podría ser sede de un Mundial de Béisbol, o de
partidos de exhibición y cómo no de temporada regular de Grandes Ligas. Un buen
pretexto para el crecimiento de la sociedad. El talento para este deporte es
nato en los culichis y si los jóvenes ya están motivados con la rica historia
de Tomateros, este nuevo proyecto seguro va a impulsar aún más el desarrollo
del beisbol en Culiacán.
Será un
privilegio para 16mil almas el poder presenciar el cierre de la última página
en la gloriosa historia del Estadio General Ángel Flores. Así como ha sido un
privilegio y un honor el haber formado parte de esta GRAN HISTORIA. Nunca podré
olvidar el resplandor de las luces del Estadio, las cuales miraba desde la
azotea de mi casa en la calle Guerrero en la colonia Centro, donde desde niño
siempre soñé en ser un gran Short Stop o un gran Center Field.
GRACIAS!!
HASTA SIEMPRE GENERAL!!
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